jueves, 13 de enero de 2011

La época dorada

En la temporada 1996/97, el presidente celeste Horacio Gómez, realizó importantes contrataciones. El campeón mundialista Mazinho, la joven promesa rusa Alexander Mostovoi, el israelí Haim Revivo y el portero francés Richard Dutruel. El técnico sería una vez más Castro Santos. El equipo realizó una discreta temporada y terminó en la posición decimosexta.

En la temporada 1997/1998 se apostó por dar el equipo al técnico vasco Javier Irureta. Junto a él llegarían los jugadores Goran Djorović, Ito, Valery Karpin, Dan Eggen, Cadete, Bruno Caires y el canterano Míchel Salgado, que había estado cedido en el Salamanca la temporada anterior. Durante esa temporada el Celta realizó un fútbol brillante consiguiendo la clasificación para la Copa de la UEFA al quedar en la sexta posición en la Liga, a tan sólo 5 puntos del segundo clasificado, el Athletic de Bilbao.

Tras el éxito de la temporada anterior, en la temporada 1998/1999 el Deportivo de la Coruña fichó a Irureta, por lo que Horacio Gómez tuvo que buscar un sustituto. El elegido para ocupar el puesto de técnico fue Víctor Fernández. Al bloque ya consolidado se le añadirían los fichajes del argentino Fernando Cáceres, Tomás, el guardameta Pinto, el delantero búlgaro Luboslav Penev, el centrocampista francés Claude Makélélé, y Jordi Cruyff, que llegaría en el mercado invernal. El Celta cuajó una gran temporada, manteniéndose entre los 4 primeros puestos de la clasificación liguera durante la mayoría de las jornadas, pero perdiendo el puesto de Liga de Campeones en la última jornada. Aun así se clasificó para disputar de nuevo la Copa de la UEFA.

En la temporada 2001/02 el Celta volvería a clasificarse para la Copa de la UEFA tras acabar la temporada en quinta posición. En la Copa de la UEFA el equipo caería en la segunda ronda ante el modesto equipo checo del FC Slovan Liberec. Esa temporada supuso el adiós en el banquillo de Víctor Fernández, cuyo relevo tomó Miguel Ángel Lotina. La temporada siguiente se logró un hecho histórico al clasificarse el equipo celeste para disputar la Liga de Campeones, tras finalizar en el cuarto puesto en la Liga, conquistando además el trofeo Zamora por parte del portero argentino Pablo Cavallero.

En las primeras jornadas de la temporada 2003/04 unos nefastos resultados en liga hicieron tambalearse todo el proyecto. Mientras la situación en la tabla era cada vez más preocupante, el equipo respondía en la Liga de Campeones, clasificándose como segundo de su grupo por detrás del AC Milán y por encima del Brujas y el Ajax Ámsterdam.

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